El Ayuntamiento de Toledo proclama desde hace tiempo la austeridad como receta para mantener los servicios y no desequilibrar las cuentas. Sin embargo, el Plan de Ajuste remitido el viernes al Gobierno Central para optar al crédito que permitirá el pago a proveedores desvela ciertos desequilibrios en los recortes planteados por el equipo de Gobierno municipal. Vuelve a exigirse una reducción del sueldo al personal municipal con la eliminación de una de las dos productividades, un ahorro de 183.000 euros al año, mientras que el esfuerzo de la Corporación plasmado en el documento es muy reducido, puesto que sólo está dispuesta a perder 195.000 euros anuales como máximo de unos gastos que superan los dos millones de euros por el pago de subvenciones a los partidos políticos, de los sueldos del equipo de Gobierno, de los concejales, de los eventuales y de los coordinadores de área.
Algunas voces sindicales ya han reparado en este desequilibrio y consideran «una vergüenza» este pequeño reajuste porque sólo se ha aprobado la reducción de un 5% de esos dos millones de euros. Los tiempos que corren son susceptibles de crítica continua por la delicada situación laboral en general, pero lo cierto es que las subvenciones a los partidos políticos con cargo al presupuesto suponen una importante carga para el Ayuntamiento, ya que se gasta alrededor de 360.000 euros anuales, poco más de 1,4 millones habrá desviado a los grupos al término de esta legislatura, cien mil euros menos que lo que el la administración municipal pretende recaudar este año por la implantación de la tasa de basura.
El acuerdo. La asignación a los grupos para sus gastos se pacta al inicio de cada legislatura valiéndose de la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local, tras un periodo de conversaciones en el que se acuerdan también los concejales liberados y el personal eventual a contratar. Normalmente, la subvención que se destina a cada partido depende del número de concejales. Por último, el acuerdo se eleva al Pleno municipal para su aprobación.
El equipo de Gobierno municipal, en este caso el PSOE, disfruta de una subvención más alta porque dispone de mayor número de concejales. Este año tiene prevista una asignación de 162.792 euros. El PP de 151.164 euros e IU de 46.512 euros, esta última mucho más baja que las anteriores porque sólo dispone de dos concejales en el Ayuntamiento.
Por tanto, los cálculos tampoco prestan mucha complicación. Los fondos del Ayuntamiento aportarán en esta legislatura al PSOE en torno a los 651.000 euros, al PP, unos 604.000 euros y a IU, unos 186.000 euros. Cantidades que comprometen buena parte de un presupuesto cargado ya de grandes gastos por los servicios públicos y otros costes que ahorcan los recursos municipales.
De momento, el equipo de Gobierno no se ha planteado podar más las subvenciones a los grupos municipales, aunque han registrado una modesta rebaja a lo largo de los últimos años, según recoge el informe del interventor sobre el Plan de Ajuste. Los grupos cobraron para sus gastos 380.000 euros en el año 2009, a mediados de la legislatura del gobierno bipartido del PSOE y de IU. Si bien, en los dos últimos años la partida se ha rebajado en diez mil euros anuales, ya que la subvención de 2010 fue de 370.000 euros y la del año pasado de 360.000 euros.
Sin embargo, los datos indican un importante incremento en estas asignaciones en la legislatura pasada en relación a la última del Partido Popular, puesto que en el Pleno municipal de junio de 2003 se dio el visto bueno a una asignación anual de poco más de 215.000 euros a repartir entre PP, PSOE, e IU, 145.000 euros menos que en la actualidad.
Por ley. La Ley de las Bases de Régimen Local faculta al Pleno municipal para asignarle a los grupos una dotación económica que deberá contar con una cuantía fija para cada uno de ellos y una variable en función del número de concejales. Los partidos no pueden destinar esta subvención al pago de personal «ni a la adquisición de bienes que puedan constituir activos fijos de carácter patrimonial», puesto que se concede para sus gastos de mantenimiento. No obstante, estas asignaciones no están libres de obligaciones porque la legislación obliga a los grupos políticos a llevar una contabilidad que puede ponerse a disposición del Pleno siempre que lo requiera.
Está claro que cada ayuntamiento se las ingenia como puede para realizar ajustes con tal de reducir el déficit y no provocar un importante desequilibrio contable, pero parece que el de Toledo no tiene todavía la tijera todavía no está muy afilada.