Reyerta multitudinaria en 'El Parchís' tras amenazas con una katana

F. J. R.
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Unas 400 personas, la mayoría de etnia gitana, se enzarzan en una pelea en la calle Valdeyernos después de que un hombre se liara a 'katanazos' contra las paredes en el interior del inmueble

Noche intensa para los agentes de la Policía Nacional y la Local en el barrio del Polígono. Una multitudinaria reyerta entre, al menos, dos familias de etnia gitana residentes en el bloque de viviendas públicas de alquiler conocida como ‘El Parchís’ puso ayer en alerta a todos los efectivos que ambos cuerpos tenían desplegados por la ciudad.

Las llamadas al 091, procedentes de los vecinos de los bloques aledaños, no dejaron de sucederse pasadas las 21:00 horas. En esos momentos, la práctica totalidad de los residentes en las viviendas sociales, unos 400, incluyendo mujeres y niños, se agolpaban en la calle Río Valdeyernos, frente a la piscina cubierta del Polígono, en una caótica reyerta.

La llegada de los agentes provocó que la mayor parte del tumulto se disolviera. Los policías acudieron equipados con los chalecos antibalas, y algunos efectivos de la Policía Nacional portaban escudos antidisturbios.

No fue necesario actuar. Tal y como empezó todo se disolvió. Nadie había visto nada, nadie denunciaba nada. No había heridos y, a medida que se acercaban curiosos, se iban sucediendo las amenazas de no hacer preguntas ni fotos de lo que sucedía.

Al final, algunas familias abandonaron la urbanización con lo puesto ante el temor de que volviera a producirse un nuevo episodio de violencia.

Los agentes de la Policía Nacional a cargo del dispositivo no pudieron confirmar el origen de la pelea multitudinaria, aunque según ha tenido acceso La Tribuna todo se inició cuando un hombre comenzó a amenazar en el interior del edificio armado con una katana, golpeando paredes y barandillas «totalmente descontrolado».

Pasadas las diez de la noche la normalidad retornó aparentemente a la zona, disolviéndose totalmente el tumulto y quedando como único recuerdo de él la presencia de algunos coches de la Policía Nacional y la Local que se coordinaron a lo largo de toda la noche para vigilar por si se volvían a producir más incidentes

Al cierre de esta edición no se había producido ninguna detención ni denuncia, toda vez que, tal y como confirmaron fuentes policiales, es habitual que este tipo de peleas entre clanes gitanos se salden con el más estricto silencio.