El 16 de octubre del año que viene se cumplirá el XV aniversario de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, efeméride de la que serán testigos los más de mil usuarios que acuden a sus instalaciones cada día. «Entre mil quinientos y dos mil en estas fechas», apunta su director, que pese a no haber cumplido todavía su primer mes en el cargo ya tiene varios proyectos. «El 2013 no puede ser un año más. Gracias al apoyo de la Consejería de Educación y Cultura, gracias a la respuesta que nos da la sociedad civil a través de campañas agresivas, conseguiremos convertirlo en el gran año de nuestra Biblioteca».

¿Campañas agresivas?

Me refiero a hacer todo lo que esté en nuestra mano para atraer a usuarios que no estén acostumbrados al mundo de las bibliotecas. La Biblioteca de Castilla-La Mancha es como una gran pecera. Hay peces que muerden el anzuelo por sí mismos, porque son cercanos al libro. Sin embargo, debemos marcarnos el objetivo de pescar en aguas profundas. No solamente debemos plantearnos conservar y mimar a los lectores, sino atraer a usuarios que no están acostumbrados a las bibliotecas, y a quienes han abandonado la lectura. ¿Qué entiendo yo por estrategias agresivas? Sencillamente, las que no son conservadoras, y en este sentido pienso en los jóvenes.

¿No acuden los jóvenes a esta biblioteca?

Vienen muchísimos, pero lo que queremos es que vengan plenamente, que conozcan todos los recursos que la Biblioteca de Castilla-La Mancha pone a su disposición. Queremos convertirlos en usuarios fieles. Los jóvenes deben ser estratégicos para cualquier bibliotecario, y por eso uno de mis primeros esfuerzos ha consistido en crear un grupo de trabajo específico para ellos. También pretendo que su presencia sea mayor en los clubes de lectura: tenemos muchos, pero ninguno expresamente dirigido a ellos. Mientras yo sea director, puedo decirle que los jóvenes serán una de las prioridades de esta biblioteca. No por el hecho de sumar más, sino porque podemos contribuir a hacer de ellos mejores lectores y también mejores ciudadanos.

Otro de sus objetivos es la colaboración con otras instituciones, como la Universidad y el Centro de Estudios de CLM.

Sí, porque en estos tiempos es primordial el aprovechamiento de recursos comunes. Bibliotecas y archivos podemos trabajar coordinadamente en digitalización, vaciado de revistas, aprovechamiento de las bibliografías... Ya he tenido algún contacto y parece que hay apoyo por parte de la Consejería y de la Universidad de Castilla-La Mancha. Me gustaría mantener reuniones con instituciones y colectivos a los que pueda ser útil esta biblioteca, entre ellos los centros docentes, con los que convendría reforzar la formación de usuarios.En su momento se insistió mucho en esta materia, pero me da la sensación de que debemos redoblar nuestros esfuerzos, porque no podemos permitir que decaiga.

¿Qué hay de las asociaciones y de las organizaciones no gubernamentales?

Estamos estudiando, con Cruz Roja, la posibilidad de prestar servicios a domicilio. Es una iniciativa que queremos implantar experimentalmente. Somos conscientes de que es imposible de llevar a cabo con personal funcionario, de manera que habrá que potenciar un voluntariado. Si tenemos éxito, una vez formemos a los colaboradores, podremos comenzar con la campaña para que personas mayores y discapacitados que no pueden acudir hasta nosotros se beneficien de las ventajas de la Biblioteca. Con respecto a las ONG, tienen las puertas abiertas. Una biblioteca debe ser un centro vivo, sensible a las necesidades, peticiones y demandas de los ciudadanos.