Con una imagen dantesca amanecían ayer las orillas del Tajo a su paso por Toledo. El tramo comprendido entre la presa de Safont y el puente de Azarquiel aparecía repleto de centenares de peces muertos, que hacían regresar la memoria a esa fotografía de 40 años atrás, «ya casi olvidada», de aguas repletas de «espumarajos».

Así describía esta escena el portavoz del Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo, Alejandro Cano,  para quien esta «tremenda» imagen no responde a un proceso natural, tal y como desde los servicios de protección a la naturaleza se apuntaba, puesto que «esto no ocurre en otros ríos donde también hace calor».

Para Cano «esto de natural no tiene nada», aunque sí es lo que ocurre «cuando dejas sin respirar, sin oxígeno a los peces», que de esta forma mueren. Desde la Plataforma defienden así que esta masiva muerte de peces en el Tajo se debe «a la concentración de contaminación existente en el agua», y que hace que haya poca disolución de oxígeno en la misma.

Dudas sobre Madrid. Un estado lamentable del río Tajo que hace pensar, aunque no se tiene constancia expresa, que en la Comunidad de Madrid se han dejado de depurar las aguas que vierten al río.

Así lo denuncia la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo, desde la que consideran que los recortes en la Comunidad vecina también habrían llegado a la depuración de aguas.

Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) comenzó ayer a retirar los peces muertos en la zona y ha abierto una investigación al respecto para esclarecer la causa del suceso. Hasta no tener los datos finales de esa investigación aseguran, en una nota de prensa remitida a los medios, que es «prematuro» lanzar cualquier hipótesis.

Exigen explicaciones. Por su parte, el Gobierno municipal va a exigir al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente explicaciones sobre la situación en la que se encuentra el río a su paso por Toledo, así como que se recuperen los niveles mínimos de calidad en su caudal. Los técnicos municipales están analizando muestras para determinar las causas de esta situación, con el objetivo de obtener una «radiografía completa» del estado del río, y determinar si existen indicios de una situación anómala, al margen del descenso del caudal, en la calidad de las aguas.

Este asunto llegaba también a la Junta de Distrito de Santa Bárbara, donde el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Luis Álvarez Ocampos, pedía un pronunciamiento del pleno sobre la situación del Tajo, y desde IU se apuntaba al fin del trasvase como única solución.