En el mejor marco y con la mejor compañía. Pilar Fernández Vinuesa presentaba ayer en la iglesia conventual de Santa Isabel arropada por el director del Museo de Santa Cruz-Santa Fe, Alfonso Caballero, y el responsable de la biblioteca de la Universidad de Castilla-La Mancha, Antonio Casado, su nueva publicación ‘Doménikos. La simbología en la obra de un genio’.
«Espero que el lector encuentre un libro para leer, no quería hacer un libro de consulta, quiero que este libro se lea de la primera a la última hoja». Así comentaba la autora minutos previos a la presentación el objetivo de una obra que podrá encontrarse en las diferentes librerías de la ciudad. Fernández Vinuesa incide, «quería que fuese un libro para que de un vistazo se entienda lo que es el Greco».
Y lo ha conseguido. Páginas a todo color donde la fotografía y el diseño cobran la mayor parte del protagonismo. Consciente de que a veces los especialistas «nos ponemos a divagar y hablamos de todo menos de la obra», la autora, vinculada al Museo de Santa Cruz y a la comunidad religiosa de Santa Isabel, para la que realizó el pequeño museo conventual, añadía que la simbología en los siglos XVI y XVII «es fundamental. Me parecía que era el aspecto que quedaba un poquito más cojo dentro de este contexto Greco, y aquí está esta publicación».
Índice y corazón. Estos son los dedos más estilizados y representados en al obra del candiota, y no por casualidad, como explicaba la autora de esta nueva publicación en torno a la pintura del griego, «el dedo índice es el dedo de la fidelidad, donde nos ponemos el anillo cuando nos casamos, y el corazón va referido a este órgano, cuando un personaje presenta la mano de esa manera quiere decir que tiene un compromiso y que lo hace de corazón», comentaba Fernández Vinuesa para recordar que esta simbología se repite en los retratos y en la obra religiosa del Greco.
En cuanto a las obras más ricas en simbología, es complicado mencionar tan solo una tela. Para la autora tanto ‘El entierro del señor de Orgaz’ como ‘El Laocoonte’ ocupan, sin duda, los lienzos con mayor lectura ‘escondida’. «Desde las primeras obras en Creta el Greco incide en la simbología y se va enriqueciendo sobre todo en las obras del periodo toledano con una mayor riqueza simbólica».