La diputada nacional y secretaria de Sanidad y Bienestar Social del PSOE de Toledo, Guadalupe Martín, ha denunciado que la «sanidad ha entrado en fase crítica en Castilla-La Mancha y en la provincia de Toledo» con los recortes que está aplicando el Gobierno de Cospedal como los anunciados esta semana en relación con el cierre de varios puntos de atención continuada. En materia sanitaria, dijo Martín, no es lo mismo diez minutos que 40, «como han dicho el consejero Echániz y el gerente del Sescam».
«El Gobierno de Castilla-La Mancha llama reordenación a lo que realmente hay que llamar recorte y está provocando una gran merma en la calidad de la atención sanitaria que se tiene que prestar a los ciudadanos», subrayó la diputada, que comparecía con alcaldes y concejales del PSOE de la provincia para rechazar con rotundidad el cierre de cinco PAC a partir de la ocho de la tarde en Camarena, Los Yébenes, Tembleque, Noblejas y Santa Cruz de la Zarza, y el centro de salud de La Pueblanueva a partir de las tres de la tarde, «acabando con el servicio que prestaban en estas localidades los puntos de atención continuada».
Martín resaltaba que «son 17 los municipios afectados donde no han recibido instrucciones de hacia dónde se tienen que dirigir en caso necesitar atención ni cuál va a ser su nuevo centro de salud. No lo saben ni los alcaldes ni los profesionales».
La diputada se preguntaba, por ejemplo, si «la alcaldesa de Ventas de Retamosa, del PP, está muy contenta porque sus vecinos no sepan si tienen que ir hacia Valmojado o a Yuncos, o a Fuensalida en caso de urgencia médica».
Además, criticaba que se haya hecho «sin aviso previo, sin convocar el Consejo de Salud de Castilla-La Mancha ni sus consejos provinciales, convocando a los alcaldes por teléfono con escasas horas de antelación y sin consultas previas».
Para la diputada, el «alejamiento de los servicios sanitarios, que es lo que hecho el Gobierno de Cospedal con los cierres de puntos de atención continuada, provoca una gran brecha en la igualdad de acceso a la atención sanitaria».
Desde el Gobierno de Cospedal «se ha planteado una reorganización sin tener más criterio que las distancias, como si lo hubieran hecho a golpe de google maps. Y éste no es un criterio razonable, porque hay poblaciones que tienen un término municipal muy grande, como es el caso de Los Yébenes, donde hay ciudadanos que viven a 40 kilómetros de la población y, ahora, se les impone una mayor distancia para recibir atención sanitaria».
Asimismo, Martín mostraba su preocupación ante el cierre de estos puntos y su repercusión en la salud de los toledanos, ya que «en el día a día, en el espacio de tiempo de la atención continuada, se producen situaciones críticas en las que el tiempo y la intervención rápida es vital, como un infarto de miocardio, un ictus, convulsiones febriles o accidentes».
«Está claro que el señor Echániz ha hecho muy pocas guardias, como demuestra al afirmar que los profesionales sanitarios duermen en las urgencias cuando tienen una media de cuatro o cinco asistencias por noche en los centros que él considera muy tranquilos, y en la mayoría la media es mucho más alta», agregaba.
Por todo ello, preguntaba a Echániz por «¿cuánto cuesta la muerte de una persona por infarto que se ha atendido tarde? ¿Cuánto cuestan las lesiones irreversibles por atender a un niño con convulsiones o con meningitis? ¿Cuánto cuesta la atención a un paciente con apendicitis que puede complicarse con peritonitis?».
Con este modelo, aseguraba la diputada, «se rompe la equidad en la atención y la igualdad de oportunidades que también se debe aplicar a la atención sanitaria».