Agustín Conde volvió ayer a sede municipal para visitar al Grupo de concejales del PP. El ex alcalde de Toledo, y actual diputado nacional, se desplazó hasta la Posada de la Hermandad para subrayar la importancia que otorga al acuerdo sobre la gestión del agua del Tajo firmado por el Gobierno central con cinco Comunidades, entre ellas Castilla-La Mancha, ya que, en su opinión, pone punto final a las guerras territoriales, «garantiza» caudal en cantidad y permite concentrarse en mejorar la calidad. Y, en un ejercicio de realismo, dice que antes de prometer cuando volverá a ser posible bañarse en el río quedan etapas previas que habrá que recorrer. Aprobar el plan de cuenca y acometer las inversiones, son las principales.
Conde indica que históricamente el río ha sido «maltratado», que durante años se ha utilizado como «arma arrojadiza» y que los conflictos hacían necesario encontrar una solución que diera como resultado la «paz social y territorial». Bajo su punto de vista el pacto del agua alcanza esa la meta y el Tajo ya no será más un argumento electoral para el PSOE.
En este sentido recuerda que en sus tiempos de diputado regional el entonces presidente de la región, José Bono, «llegó una mañana ufano y henchido de orgullo» para anunciar que habían puesto «una raya al pantano, hemos conseguido lo más, por debajo de 240 hectómetros cúbicos nunca se podrá trasvasar. Es el mayor éxito que esta región ha tenido y no se puede conseguir más», le dijo. Y recalca que uno de los principales colaboradores de Bono, su portavoz entonces, Emiliano García-Page, se sumó con entusiasmo a las palabras de su jefe.
Ahora el diputado del PP afirma que la actual presidenta regional, María Dolores de Cospedal, «ha puesto otra raya» en los 400 hectómetros cúbicos, «casi el doble» del logro anterior, pero García-Page, actual alcalde de Toledo y secretario general de los socialistas castellano manchegos, ni ha felicitado a Cospedal «por el gran éxito» ni ha demostrado ninguna alegría.
«Echo en falta que alguna vez que hay buenas noticias para esta región se le ponga buena cara. Que en vez de manifestar, como cada día hace con más frecuencia, mal genio, mal temperamento y acritud con todo, por una vez se alegre. Que nos alegremos todos porque todos nos vamos a beneficiar de este acuerdo».
Conde considera especialmente positivo que se acabe con el enfrentamiento entre regiones, que haya un pacto en el que se siente cómodos Castilla-La Mancha, Murcia y Valencia.
Dice que el PP, en las dos ocasiones que ha gobernado en España, ha puesto «empeño en que se lleven bien los unos con los otros», en lograr pactos donde antes había conflictos. Dice que así se gestó el Plan Hidrológico Nacional que luego derogó el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero «sin dar una sola solución» y que ahora vuelve a enderezarse la situación con el nuevo pacto.
«La reserva garantiza el agua para el millón de habitantes que beben del Tajo, garantiza regadío para millón y medio de hectáreas, y garantiza suministro para la industria. Además aumenta el caudal ecológico al paso por Talavera hasta 10 metros cúbicos por segundo frente a los cero» anteriores. Esto supone que Talavera tendrá río también en verano».
Una «muy buena noticia» para la ciudad, la provincia y la región que deja en evidencia a los que entienden la política «como el eslogan, el agravio, el ataque al otro» (PSOE) y también aclara quienes creen que la política está para la búsqueda de soluciones y de respuesta a las necesidades de los ciudadanos (PP). Y manda un mensaje final a García-Page: «Emiliano, sonríe, alégrate».