La Escuela de Atletismo del Polígono persigue un fin y no cobra por ello. Quiere inculcarles a los niños los valores del deporte y Aurelio Gómez Castro, el encargado de desarrollar la actividad desde el año 1985, tomando como impulso un Campeonato de España que se celebró en el barrio toledano, se ocupa de que los pequeños amen la actividad física sin que tengan que pagar una cuota de inscripción.
El método, evidentemente, funciona. La razón no es otra que la pasión con la que se lleva a cabo un reto que en la actualidad cuenta con setenta niños inscritos. Los horarios se fijan con mucha libertad porque, como el propio Gómez Castro indica, «suelen tener también otras actividades y las van compaginando como pueden».
Por ello, desde la escuela ponen a disposición de sus alumnos «una hora diaria de lunes a viernes y lo ideal es que escojan dos o tres días, porque se trata del mínimo para que se asimilen conceptos atléticos». Con todo, «hay algunos que vienen los cinco, porque no tienen otra actividad y disponen de tiempo para ello».
Una de las cosas que el impulsor de la actividad recomienda es que «no hagan dos actividades físicas al día; por ejemplo, si tienen que ir el martes a natación, que vengan a hacer atletismo otro diferente, porque no es conveniente realizar esfuerzos tan grandes».
Las edades entre las que están comprendidos los niños que forman parte de la escuela van desde los que se hallan en la etapa minibenjamín hasta los juveniles. Así, reconoce que «tenemos algunos que son nacidos en el 2008, pero esos todavía no pueden competir en los campeonatos escolares».
Como se ha mencionado anteriormente, Aurelio Gómez Castro no cobra nada a los alumnos por formar parte de la escuela. La razón es bien simple y él mismo se encarga de explicarla, «esto es gratis porque es una cosa que me gusta y ahora que estoy jubilado tengo todavía más tiempo». De hecho, confiesa que «por la mañana me entreno yo para seguir corriendo y por la tarde estoy en la pista una horita con los alumnos».
Se trata de una cuestión de «vocación». Admite que «alguna vez he recibido una subvención por parte de la Diputación Provincial, pero lo que hice fue comprar material». Sin embargo, cuando los requisitos burocráticos amenazaron con complicar el desarrollo de la actividad, decidió renunciar a la ayuda.
Un programa completo. El abanico de disciplinas atléticas que intenta abarcar Aurelio Gómez Castro en la escuela es de los más completos que se pueden encontrar. No en vano, revela que «se practican todas las modalidades durante el año».
Así, «en invierno nos centramos en la temporada de cross y la preparación física, aunque algunos sean de otras disciplinas». También se ocupan de especialidades como la velocidad o el fondo en sus variantes más reducidas, completándose la oferta con actividades como «saltos de longitud y altura, así como lanzamientos, aunque estos en menor medida, pues sólo los hacen los mayores».
En este sentido, la intención del entrenador toledano se centra en que «no se queden sin probar ninguna disciplina porque ellos deben ver por sí mismos qué pruebas les gustan más». Siguiendo este método «a algunos los hemos descubierto para altura, por ejemplo, pero también hay otros que se muestran más reacios a participar en competiciones». En ese caso, Gómez Castro indica que «no se les obliga; vienen sólo para mejorar su condición física y para pasárselo bien, que en el fondo es de lo que se trata».
Desde esta Escuela del Polígono, algunos niños acaban integrándose en otros clubes de atletismo de la ciudad. Y es que Gómez Castro tiene claro que su labor fundamental es que los pequeños disfruten con el deporte. Y con su método, lo consigue.