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Todo apunta a que el nuevo hospital de Toledo continuarán en el centro de la disputa política en los próximos meses. El portavoz del equipo de Gobierno municipal, Rafael Perezagua, dio ayer un toque de atención al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) al recordar que la tramitación de la primera licencia de obras, concedida en 2007, «tardó cuatro meses en resolverse». Por tanto, la reanudación de los trabajos no se produciría en la actual legislatura si estos plazos se repitiesen y tampoco las previsiones del consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, quien aseguraba este miércoles que «si todo avanza adecuadamente» los primeros elementos de la obra del nuevo hospital se podrán poner en marcha a finales de esta primavera para que la infraestructura estuviera lista a finales de 2016.
El concejal dijo que el dato ofrecido no iba con ninguna intención, aunque lo repitió en varias ocasiones por si alguien no le había quedado claro: «En aquel momento se tardó cuatro meses el resolver el expediente, ahora puede ser lo mismo, más o menos».
Perezagua también sospecha que el Sescam solo va a solicitar permiso para los primeros trabajos y no para toda la obra, lo que reportaría menos ingresos para el Ayuntamiento.
El portavoz ve un interés electoral en el reinicio de la actividad tras «años» de parón y recuerda que «como cualquier licencia debe pasar un examen técnico y eso lleva su tiempo», especialmente «por la envergadura del proyecto», dijo.
Lamentó que la Consejería de Sanidad «no haya querido abordar en profundidad» el plan de tráfico apreciando que van a convertir los accesos «en una auténtica ratonera», subrayando que «los toledanos están hartos de aguantar un hospital que no reúne las condiciones y ver otro parado durante años».