Los padres de Valparaíso piden a Page que cumpla con su promesa de 2012

J. Monroy | TOLEDO
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Casi doscientas personas se concentraron ayer para protestar contra el «barracón» en el que dan clases los niños de sexto B, y pedir la ampliación del colegio

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La mañana fue soleada y ayudó a que en torno a doscientos vecinos de Valparaíso se concentraran en el parque de la avenida del Madroño para protestar contra el «barracón» en el que están cursando este año los niños de sexto B del colegio del barrio, y reivindicar una ampliación del mismo. Fue una protesta festiva, en la que los propios niños cogieron el altavoz para reivindicar sus derechos.

Los padres, explicó Ramón Lorente, presidente de la Asociación de Vecinos, denuncian que la situación sigue estancada, «y la administración actual en cierta forma, sigue la misma política educativa de la anterior, manteniendo el colegio saturado, metiendo una tercera línea, cuando ya era imposible, y no había espacio físico», hasta que los niños de sexto B se fueron «del aula ilegal del pasillo» a la prefabricada.

Los padres expresan su «hartazgo» ante la falta de respuesta por parte de la Delegación provincial de Educación. A su juicio, la solución es muy sencilla, y pasa por la ampliación de dos aulas en los bajos, lo que supondría una inversión de 100.000 euros. Este es precisamente, recordó Lorente, la promesa del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, cuando en 2012 era alcalde de la ciudad. El primer edil había planteado entonces la «urgencia» de esta ampliación al entonces consejero de Educación, Marcial Marín. «En consecuencia, solicitamos ahora al presidente de Castilla-La Mancha lo mismo que en 2012 él pidió a la administración anterior», explicó Lorente, quien advirtió que no piden una tercera línea, como en Tomelloso, sino sólo dos aulas más para absorber momentáneamente el exceso demográfico del barrio.

Hay que tener en cuenta, señaló Lorente, que el año que viene habrá una clase más, por lo que si no se amplia el centro, habrá otro barracón. El presidente vecinal recuerda que la Defensora del Pueblo instó a todas las administraciones a quitar este tipo de instalaciones. Aunque las bombas de calor ya funcionan, sólo dejan el aula acondicionada a final de jornada. Además, los coches volverán al aparcamiento.