Día muy complicado el que tuvieron que vivir dos atletas toledanos en el Maratón de San Sebastián, que sirvió como Campeonato de España de la distancia. Aunque Vanessa Veiga (Adidas) partía como favorita y dominó buena parte de la carrera, tuvo que abandonar en el kilómetro 31 cuando marchaba en cabeza. Por su parte, Pedro Vega (Inmobialiaria Teo Valdepeñas), llegó a estar a un paso del podio, pero unos calambres le arruinaron su magnífica carrera y acabó en la novena posición. Así, las victorias acabaron cayendo del lado de Pedro Nimo en chicos y de Verónica Pérez en féminas.
Lo cierto es que el día respetó a los atletas desde el punto de vista climatológico. Sin embargo, el fallecimiento de un familiar el día anterior pasó factura a una Vanessa Veiga que, no obstante, tiró de valentía para plantarse en la salida de la prueba con el objetivo de hacer un buen papel.
A base de casta, la toledana dominó la competición y controló a la perfección a sus rivales corriendo a un ritmo que les permitiría plantarse en la meta con un tiempo inferior a las 2 horas y 35 minutos. Marta Silvestre, Verónica Pérez y Elena Moreno se mantuvieron junto a la capitalina en su tránsito por las calles donostiarras.
Cuando se acarcaba el kilómetro 30, la toledana seguía en cabeza con relativa comodidad. Incluso, se encontraba en disposición de comenzar la parte más exigente del maratón dispuesta a romper la carrera y distanciarse de sus rivales. En caso de que fuera necesario, siempre podía confiar en su gran final y las buenas sensaciones de los días previos.
Sin embargo, un kilómetro después, en el 31, se vio obligada a abandonar al no encontrarse en condiciones de seguir corriendo. La situación personal le estaba pasando factura y tuvo que dejar pasar una buena oportunidad que, a buen seguro, volverá a presentarse para ella en el futuro.
Por lo que se refiere a la carrera masculina, Pedro Nimo se acabó imponiendo con un tiempo de 2:15.57 que le permitió dominar con solvencia la prueba. Pedro Vega, por su parte, rozó el podio y lo hubiera conquistado de no haber padecido calambres en los últimos dos kilómetros. El de Guadamur marchaba tercero y, por los problemas físicos, acabó noveno.