Pablo Iglesias asume el control total de Podemos

Agencias
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El partido proclama, con el apoyo del 88 por ciento de simpatizantes, a su primer secretario general, que se define como la alternativa real

Pablo Iglesias, secretario general de Podemos - Foto: EUROPA PRESS

 
«Sonreíd, vamos a ganar». Con esta frase recibió ayer Pablo Iglesias la noticia de que había sido proclamado oficialmente secretario general de Podemos, tras obtener 95.311 votos, el 88,6 por ciento del apoyo, en la votación celebrada en los últimos días en la que participaron 107.488 simpatizantes de la nueva fuerza política.
El resultado final fue anunciado por la mañana de boca de Luis Alegre, coordinador de la asamblea Sí Se Puede, que la formación puso en marcha hace dos meses para constituirse como partido, y que se dio por clausurada con un acto celebrado en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid ante un millar de simpatizantes e invitados como el líder de Syriza, Alexis Tsipras, el socialista José Antonio Pérez Tapias o el líder de ICV, Joan Herrera. 
Asimismo, las listas presentadas por los colaboradores de Iglesias Claro que Podemos para ocupar los 62 puestos electos del Consejo Ciudadano -el máximo órgano de dirección política del grupo- y los 10 de la Comisión de Garantías Democráticas también fueron las más votadas, con más del 70 por ciento de los apoyos. 
De este modo, el secretario general y su equipo, en el que se integran sus más estrechos colaboradores Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón, Luis Alegre y Carolina Bescansa, que pasan a ser miembros del Consejo Ciudadano, coparon los puestos de la dirección del partido, sin que ningún otro de los casi 1.400 candidatos que se habían presentado a los tres órganos haya conseguido superarles en votos. 
Precisamente, Errejón, Monedero, Bescansa, Alegre y la eurodiputada Tania González fueron las cinco personas más respaldadas para integrar el consejo, superando, en el caso del primero, los 90.000 apoyos. Les siguieron en votos el abogado de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Rafel Mayoral, y el exfiscal anticorrupción y exeurodiputado de Podemos, Carlos Jiménez Villarejo, con más de 80.000 cada uno. 
Finalmente, fueron 61 los candidatos los que optaron a la Secretaría General, 942 al Consejo Ciudadano y 248 a la Comisión de Garantías. En la primera categoría, Iglesias se llevó 95.311 de las 107.488 papeletas emitidas. Por debajo quedaron Álvaro Monge, del equipo de Enfermeras, con 995, y Enric Martinez, de Podemos Unidos, con 750. 
La Comisión de Garantías, el órgano encargado de velar por el respeto a los derechos de los inscritos en la formación y los principios fundamentales y normas de funcionamiento de la misma, también será ocupada por las 10 personas propuestas por Iglesias. 
El profesor universitario llegó a esta última fase de la asamblea constituyente de la agrupación con su liderazgo reforzado, después de que sus propuestas de modelo de partido, estrategia política y electoral, y código ético, que se debatieron junto a otras 56 en el encuentro de Vistalegre, recibieran el respaldo del 80 por ciento de las bases de la formación, en una votación en la que participaron 112.070 personas. 
 
PENSANDO EN LA VICTORIA. El recién proclamado secretario general de Podemos avisó de que la nueva fuerza no es un «experimento político» sino la respuesta de la gente para construir una alternativa ante un «régimen que se derrumba», una opción que, según pronosticó, va a ganar las próximas elecciones generales en España dentro de un año. 
«Pues claro que sí vamos a poder», aseguró, defendiendo la necesidad de poner en marcha un proceso constituyente para «abrir el candado del 78». «La sonrisa está empezando a cambiar de bando. Cuando os insulten, sonreíd, porque vamos a lograr la victoria», insistió Iglesias, al tiempo que reconoció que, aunque los 10 meses de vida del partido han sido difíciles, «los verdaderos obstáculos empiezan ahora», cuando «nos proclamemos vencedores de los comicios en 2015». 
Así, Iglesias hizo un repaso a los retos a los que se ha enfrentado la agrupación desde su surgimiento el pasado mes de enero y negó que esta sea solo un fruto «del enfado». «Ojalá fuera tan fácil», apostilló, para añadir que «Podemos es el resultado de algo más triste». «Es una respuesta a todos esos viejos de corazón que decían que no se podía. Pues la gente les ha respondido: Claro que podemos», sentenció. 
Asimismo, el político aseveró que su partido es «una escoba para barrer la sociedad, que funcionará en la medida en que esté en manos de los ciudadanos». «Van a decir que viene el lobo, que será terrible que haya un Gobierno así. Agitar el miedo es una mala estrategia que anula la democracia», advirtió. 
En esta línea, el primer secretario general de Podemos aprovechó, además, para enumerar algunas de las medidas que defiende su agrupación para hacer frente a la crisis, como la necesidad de llevar a cabo una reestructuración de la deuda pública y se refirió, también, a Cataluña y al modelo territorial español. A este respecto, confesó que está «harto de una concepción nacional agresiva» que le diga a la gente la lengua que tienen que hablar «o lo que tienen que sentir» porque, sentenció, «España es un país de países».