El Museo de la Palabra de Quero aspira a llevar su Premio Internacional de Microrrelatos, de cuya segunda edición ayer fueron entregados los galardones en este pequeño municipio de la Mancha toledana, nada más y nada menos que ante la Organización de Naciones Unidas. Para ello contará, se comprometió la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, con el apoyo del Ejecutivo autonómico, que además promocionará este proyecto ante el Ministerio de Cultura.
No es para menos, puesto que la segunda edición del Premio Internacional de Microrrelatos convocado por el Museo de la Palabra, que depende de la FundaciónCésar Egido Serrano, ha contado con 14.253 participantes procedentes de 89 países diferentes. Se trata del doble de nacionalidades en comparación con el año pasado y la prueba, en palabras de su director, Alfonso Fernández Burgos, de que «la iniciativa que nació como un cúmulo de buenas intenciones -y cuyo lema es ‘La palabra es el vínculo de la humanidad’- se consolida día a día».
La ganadora del premio, dotado con 10.000 dólares al mejor relato formado con menos de cien palabras, fue la valenciana Rosa Pastor Carballo, con su texto ‘La sopa’, que leyó emocionada durante la ceremonia. Asimismo fueron entregados tres accésit a los mejores microrrelatos en lengua inglesa, en árabe y en hebreo, que recibieron, respectivamente, la escritora croata Sonja Smolec (con el texto ‘Night Howl’), el egipcio Awwad Eid Samir Sharif (‘Un hombre muy mayor en una bicicleta’) y el israelí Roi Daya (‘Uno, dos, tres, cuatro y cinco’). Todos ellos asistieron a la ceremonia.
El acto contó con la presencia de numerosos representantes institucionales, pero probablemente el mayor protagonismo fue para el propio César Egido Serrano, fundador del Museo de la Palabra y de una iniciativa, el Premio Internacional de Microrrelatos, que ayer situaba a Quero «en el punto de mira de todo el planeta» debido al gran número de participantes de distintas nacionalidades. Emocionado, Egido Serrano explicó que «el argumento de este certamen es muy sencillo: creemos en la palabra como forma de arreglar el mundo». Agradeció su apoyo a los representantes de la Junta de Comunidades y también a los diplomáticos procedentes de casi una quincena de países que asistieron a la ceremonia.
El alcalde de Quero, Francisco Sastre, declaró públicamente el honor que hacía la fundación al municipio, del cual es su principal embajadora junto con su pertenencia a la Ruta del Quijote, y manifestó que «en momentos como este España necesita de personas como César Egido».
María Dolores Cospedal cerró la ceremonia -que se inició en la sede del Museo de la Palabra, un pequeño palacete del siglo XVIII que conserva una colección de ediciones del Quijote en más de cuarenta idiomas, y finalizó en una carpa instalada junto a la iglesia parroquial de Quero- con palabras de agradecimiento a la labor de mecenazgo que el impulsor de estos premios viene desarrollando desde hace treinta años.