Investigan a dos jóvenes, uno de Talavera, por caza furtiva

La Tribuna
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Han sido investigados por la Guardia Civil por presuntos delitos de caza furtiva por abatir el pasado año a 13 cabezas de macho de corzo y falsificar una placa de matrícula

Investigan a dos jóvenes, uno de Talavera, por caza furtiva - Foto: L.T.

Dos jóvenes de 29 y 21 años, domiciliados en las poblaciones toledanas de Talavera de la Reina y Casarrubios del monte, han sido investigados penalmente por la Guardia Civil por los presuntos delitos de caza furtiva en Soria -trece cabezas de macho de corzo- y falsificación de placa de matrícula.

Días antes de iniciarse el periodo hábil para la caza del corzo macho, en marzo del año pasado, ambos se desplazaron desde sus localidades de origen hasta la provincia de Soria para, presuntamente, cazar de manera furtiva, han informado este lunes fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

La Policía Local de Talavera de la Reina interceptó entonces un vehículo y durante su registro encontró trece cabezas de corzos con aspecto de haber sido cazados recientemente, así como un rifle de caza mayor que llevaba incorporado un silenciador y una mira telescópica con visor nocturno.

También se halló un monocular de visión térmica, un visor de día, un hacha, un cuchillo de grandes dimensiones manchado de sangre, una navaja, dos afiladores de cuchillos y múltiples baterías para las linternas. Los dos jóvenes cazadores llevan además consigo 5.500 euros.

La Guardia Civil, ante la posibilidad de que los detenidos pudieran haber cazado los corzos en la provincia de Soria, abrió la operación Cervidae, y después de un año de investigaciones se han conseguido reunir suficientes pruebas para determinar que, durante la noche del 28 al 29 de marzo de 2023, estuvieron cazando de manera furtiva por diferentes localidades de la provincia.

Estas personas, supuestamente, se desplazaron en horario nocturno por la provincia de Soria y desde el mismo vehículo, ayudados de material técnico de cazar como un silenciador, visores nocturnos, monoculares térmicos y focos de luz, abatieron, presuntamente, a los ejemplares de corzo macho que se iban encontrando.

Todo parece indicar, según la Guardia Civil, que les cortaban las cabezas y abandonaban los cuerpos en puntos próximos a las carreteras.

Los hechos, además de penalmente, serán denunciados administrativamente ante el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, por infracciones a la normativa sobre caza.