Las dos vecinas piden ahora 70.000 euros por las terrazas

J.Moreno
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La madre y la hija que originaron una medida cautelar antirruido presentan una segunda demanda contra el Ayuntamiento de Ocaña por las molestias de los bares de la Plaza Mayor

Las dos vecinas piden ahora 70.000 euros por las terrazas - Foto: David Perez

María y Montserrat, madre e hija, han presentado una segunda demanda contra el Ayuntamiento de Ocaña por el ruido y las molestias  de las terrazas de los bares padecidos por ambas como vecinas de la Plaza Mayor. El portavoz del equipo de Gobierno, Juan José Rodríguez, esperaba esta comunicación judicial después de una primera reclamación patrimonial directa al Consistorio por este mismo motivo, revocada por la administración local. La primera demanda de estas dos mujeres desencadenó una medida cautelar antirruido que obligó a alterar la programación de la Navidad y de la Semana Santa.

El Ayuntamiento de Ocaña recibió el 26 de abril la notificación del Juzgado Contencioso Administrativo número 2 de Toledo, comunicada ayer a los 11.000 habitantes. Madre e hija formulan contra el Consistorio, ahora por vía judicial, una reclamación patrimonial de 35.000 euros para cada una de ellas, tal y como solicitaban ya también en esa primera demanda contra los ruidos de la programación en la Plaza Mayor.

«No sé a qué viene esta denuncia», espeta el portavoz del equipo de Gobierno, quien sostiene que el Ayuntamiento hace cumplir la ordenanza municipal. Los nueve bares de la Plaza Mayor, todos con terrazas, recogen los veladores antes de la medianoche durante el invierno y antes de las dos de la madrugada en verano. Las mujeres aseguran que el funcionamiento de las terrazas afecta a su salud, según detalla el representante del Ayuntamiento de Ocaña.

El Ayuntamiento de Ocaña ha notificado a los dueños de los bares la demanda para que puedan personarse en el procedimiento.

Rodríguez reprocha que estas dos mujeres son clientas de esas mismas terrazas y menciona que ninguna de ellas presentó alegación a la ordenanza municipal.

Este diario dio a conocer el 7 de noviembre de 2023 que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Toledo había impuesto como medida cautelar la prohibición de actividades ruidosas, como la celebración de actos festivos y musicales. La noticia tuvo una resonancia nacional. Por entonces, el Ayuntamiento explicaba que residir en el cogollo de Ocaña implica ventajas e inconvenientes. Y mencionaba que el importe de las obras de rehabilitación de las cubiertas y fachadas de las viviendas, de las que se beneficiaban las denunciantes, correspondió al Ayuntamiento y a la Junta de Comunidades por tratarse de un Bien de Interés Cultural. «Toda la vida se han celebrado actos», abundaba para evidenciar lo sorprendente de esa primera demanda, acompañada de esta segunda reclamación.